miércoles, 6 de octubre de 2010

Relatorias del día Miércoles 6 de Septiembre

ESTILO DE VIDA

El estilo de vida, hábito de vida o forma de vida es un conjunto de comportamientos o actitudes que desarrollan las personas, que a veces son saludables y otras veces son nocivas para la salud. En los países desarrollados los estilos de vida poco saludables son los que causan la mayoría de las enfermedades. Dentro del triángulo epidemiológico causante de enfermedad, estaría incluido dentro del factor huésped.
Entre los estilos de vida más importantes que afectan a la salud encontramos:
En los países desarrollados existe la paradoja de que la mayoría de las enfermedades son producidas por los estilos de vida de su población, y sin embargo los recursos sanitarios se desvían hacia el propio sistema socialsistema sanitario para intentar curar estas enfermedades, en lugar de destinar más recursos económicos en la promoción de la salud y prevención de las enfermedades.



Desde una perspectiva integral, es necesario considerar los estilos de vida como parte de una dimensión colectiva y social, que comprende tres aspectos interrelacionados: 

o EL MATERIAL
o EL SOCIAL
o EL IDEOLÓGICO 

En lo material, el estilo de vida se caracteriza por manifestaciones de la cultura material: vivienda, alimentación, vestido.
En lo social, según las formas y estructuras organizativas: tipo de familia, grupos de parentesco, redes sociales de apoyo y sistemas de soporte como las instituciones y asociaciones.
En el plano ideológico, los estilos de vida se expresan a través de las ideas, valores y creencias que determinan las respuestas o comportamientos a los distintos sucesos de la vida.
Los estilos de vida se han identificado principalmente con la salud en un plano biológico pero no la salud como bienestar biopsicosocial espiritual y como componente de la calidad de vida. En este sentido se definen como Estilos de Vida Saludables. 

ECONOMIA VERDE

Una economía verde no sólo consideraría asuntos financieros, sino que comprendería cuestiones ambientales y hasta espirituales y priorizaría el crecimiento cualitativo sobre el cuantitativo. Intentaría medir el valor real de los productos y servicios más que simplemente tomarlos por su valor monetario de intercambio. Finalmente, haría visibles muchas de las importantes tareas realizadas fuera de la economía formal y,  al mismo tiempo, pondría en el debe los  daños a los sistemas naturales de la Tierra.
La economía verde, también conocida como economía ecológica, no se limita a las consideraciones ambientales, como puede implicar su nombre. Abarca también consideraciones sociales y ambientales, así como inquietudes espirituales de los individuos, factores históricamente pasados por alto por los estudios económicos, y propone elaborar un modelo nuevo para la economía. 

En general, los productores y los consumidores sólo toman en cuenta sus propios costos y beneficios directos al tomar decisiones, más allá de los costos y beneficios de la sociedad como un todo. Los ejemplos de estas alternativas (costos o beneficios que se transfieren a la sociedad en general) pueden ser positivos o negativos. Un ejemplo común de una externalidad negativa es la contaminación, que es producida por un fabricante pero afecta a muchas personas más. Esa contaminación perjudica a los trabajadores y vecinos de la fábrica, pero no directamente al lucro del fabricante –por lo tanto, el fabricante no considera el efecto de la contaminación.

Economía verde contra economía ambiental

La economía ambiental ofrece maneras de medir las externalidades y proporcionar a los legisladores mejores herramientas para su trabajo. La ecológica o verde va más allá de estos esfuerzos y pretende rediseñar la economía para desalentar desde un principio las consecuencias negativas y fomentar aquellas positivas. La economía verde supone que la humanidad puede regenerar las comunidades y los ecosistemas y que el cambio cualitativo positivo es posible; en tanto, la economía ambiental sigue dedicándose al control cuantitativo. Mientras la economía ambiental se ha insertado cómodamente en el paradigma económico vigente sin realizar cambios fundamentales, la economía verde implica el diseño de un sistema económico nuevo que tome en cuenta más que lo material y el dinero. La economía verde podrá utilizar las herramientas económicas ambientales para elaborar los precios mediante los costos sociales y ambientales, pero reconoce que a largo plazo esas medidas no generarán los cambios necesarios. Mientras la economía ambiental se pregunta cómo la economía industrial puede perjudicar menos al ambiente y a la gente, la economía verde pregunta por qué la economía tiene que ser destructiva en primer lugar.


La calidad de vida es un objetivo básico en proporcionar felicidad. Cuando ésta se ofrece y se contempla día a día y año tras año en una Comunidad autónoma, aparece la solidaridad, el orgullo y el cariño a la tierra donde vives o te vio nacer.

Es por eso que debemos de dejar de pensar en lo material, porque eso se obtiene de una manera fácil, y pensar en la humanidad que mas necesita un estilo de vida adecuado y que esta en nuestras manos ayudarlo.




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